sábado, 12 de mayo de 2012

Renovación

Son casi las doce de la noche de un sábado 12 de mayo. Acabo de recordar que tendría que haber ido a la biblioteca a recoger el libro de Chesterton, el que me tengo que leer para ética. Supongo que me tocará ir mañana. Estoy algo cansada. Me pican lo ojos. Pero tengo una sensación extraña en el cuerpo.

Me acaloro, me pongo a pensar. Supongo que necesito escribir. Leer, también. Y hace mucho que no hago ninguna de las dos cosas. Es frustrante. Pero estoy en un punto muerto. Me he dado cuenta de que hay tantas cosas que no sé que me encuentro incapacitada para seguir. Es decir, ¿por dónde empiezo?

La ignorancia. Sí, creo que es lo que más miedo me da. El sentirme inferior. Es absurdo, y vergonzoso. Pero creo que es bueno empezar a darse cuenta. Quiero cambiar. Quiero hacer tantas cosas...

Me abruma el pensar en no conseguirlo. ¿Qué soy yo? En este momento, me siento como una bolsa del mercadona, vieja, vacía, inútil. Y aún así sigo siendo arrogante. Me asquea. Pero necesito sobrevivir. Me apego a la vida como un garrapata.

Buenas noches.